La Luz Del Espejo

Dicen que los espejos pueden ser ventanas hacia otros mundos, hay quien los relaciona con el ocultismo...No cabe duda de que son objetos fascinantes y misteriosos. En la religión judía es importante cubrir todos los espejos en una casa donde alguien ha muerto mientras que la familia realiza el Shiv’ah (el período de luto de siete días). En la cultura serbocroata, en ocasiones un espejo es enterrado con el muerto, para evitar que el espíritu deambule y protegerlo de los malos espíritus.  Se dice que si los espejos no están cubiertos el espíritu del difunto puede quedar atrapado en alguno de los espejos siendo incapaz de pasar a la otra vida.

Os quiero contar un caso...Pablo se había acostado un rato, se encontraba cansado y tenía el tiempo justo para reponer fuerzas antes de continuar su ardua tarea de cada día.
La persiana de la ventana estaba bajada, la luz de la habitación era bastante tenue, sin desvestirse se recostó sobre la cama, se tapó con una manta y cerró los ojos.
A su derecha en la pared, se encontraba el armario de tres puertas, en la central un amplio espejo. 
Poco a poco el sopor se fue adueñando de su voluntad, repasaba mentalmente el trabajo de la mañana, pensaba que le quedaba como media hora para levantarse...

De repente notó una luz en el armario, en el espejo, giró la cabeza y pudo contemplarla...Unos destellos a modo de bengala, parpadeantes y constantes.
Su primer pensamiento fue...¡Me he quedado dormido!, ¡No puede ser lo que acabo de ver!
No había explicación, había asistido en primera fila, como protagonista de un fenómeno paranormal.
Durante los días sucesivos, pensó de forma reiterada en la luz del armario, en el espejo, durante aproximadamente diez segundos, parpadeó, hasta que poco a poco se fue disipando...
¿Que es lo que vio Pablo en el espejo de su habitación?...A día de hoy se lo sigue preguntando.
Los espejos y sus secretos, ¿Tenéis en casa? ¿En vuestra habitación?...

Para todo aquello a lo que no le encontramos una explicación...Tertulias De Lo Desconocido.

Pedro M. Girón